Las espigas, uno de los peligros de la naturaleza para los perros.
Las espigas y los perros es un problema de cara al buen tiempo, sin olvidarnos de la Leishmania transmitida por un insecto llamado flebotomo. Dicho esto, cuando llega la primavera, las temperaturas suben y la naturaleza resurge tras el paso del invierno. La mayoría de la gente, está deseando poder colgar el abrigo e irse de paseo con su amigo peludo al campo para pasar una jornada silvestre o quien dice una, un fin de semana entero que nunca viene mal para desconectar de la rutina.
Aun así, esta época tan deseada tiene sus inconvenientes. Uno de los cuales son las alergias en perros y gatos a las que podríamos dedicar bastante tiempo explicándolas. Un segundo problema son los parásitos tanto internos como externos, muy importantes evitarlos a través de la medicina preventiva. Y por último y en el que vamos a centrar este artículo, un problema no menos importante: las espigas y los perros.
¿Dónde se pueden localizar en el perro y qué síntomas producen?
Dependiendo de la altura de las hierbas donde lleves a tu peludo amigo, y por consecuencia de las espigas y los perros, éstas podrán afectar a diferentes zonas del cuerpo de tu perro.
- Ojos: las espigas de suelen ocultar debajo del párpado. Dan lugar una reacción inflamatoria importante con el consiguiente dolor. No suele ser muy frecuente, pero puede ocurrir. En estos casos, debes llevar a tu perro al veterinario urgentemente.
Oídos: las espigas entran por el pabellón auricular y se colocan en el conducto auditivo con la posibilidad que hay de romperse el tímpano. En este caso, es muy común que el perro sacuda frecuentemente la cabeza porque le produce molestia. También podrías ver que hace muchos intentos de rascarse la oreja. Jamás se tiene que intentar sacar con unas pinzas en casa una espiga del oído de un perro. Es un proceso doloroso y puede requerir anestesia. Por tanto, si sospechas de espiga en los oídos de tu perro, lo correcto es llevarlo al veterinario, ya que probablemente haya creado un problema de otitis por cuerpo extraño y se deberá poner en tratamiento.
- Nariz: se presentan síntomas agudos y repentinos. Les produce estornudos fuertes de forma brusca y continuada. A veces es posible que vaya acompañado con sangrado nasal. Los perros suelen frotarse el hocico con las patas o contra alguna superficie. Si con eso no le sale la espiga o ésta está muy dentro de la nariz, la visita al veterinario es obligada.
- Dedos: las espigas tienen predilección por esta localización. Suelen meterse entre los dedos y afectar a las almohadillas. En este caso lo normal es ver que tu perro cojea. Aunque a veces no cojean ese mismo día porque la espiga no les molesta, pero al día siguiente pueden empezar a cojear porque la espiga está más profunda.
Como prevenir problemas entre las espigas y los perros.
La mejor manera de prevenir este tipo de problemas es evitar frecuentar los lugares donde existe un gran número de espigas. De este modo evitaremos cualquier imprevisto que pueda suceder, en cuyo caso es muy importante visites a un centro veterinario para poner solución.
Otra opción para minimizar este tipo de problemas entre las espigas y los perros es que los hierbajos por los que camine tu perro no superen sus codos o rodillas, de este modo los ojos, las orejas y nariz están en menor peligro, salvando que pueden bajar la cabeza a olisquear el suelo.
Existen unos tipos de «zapatos» o protectores de almohadillas que sirven para que éstas no se manchen en días de lluvia y también para que no penetren espigas entre los dedos de tu perro. No obstante, lo ideal después de un día de paseo en el campo, es revisar las pezuñas de tu perro para ver si ha cogido algo o no, pues como hemos dicho antes, puede llevar una espiga pero no molestarle en el momento y sí empezar a cojear pasados varios días.